Agora sim, que mataram meu Besouro
Depois de morto, Besourinho cordão de ouro

Si has entrenado Capoeira alguna vez habrás oído hablar de «Besouro» (Escarabajo), «Besouro Preto» (Escarabajo negro) o «Besouro Mangangá» (Escarabajo mágico – traducción muy pobre, más y mejor aquí abajo!).

Su nombre aparece en muchas canciones, nombres de grupos y eventos, en camisetas y hay hasta una película y un álbum conceptual dedicados a él!

Pero, quién es exactamente Besouro y cuál es su conexión con la Capoeira?

El Robin Hood Brasileño

La respuesta rápida es que Besouro es un personaje semi-mítico del folclore brasileño.

Se le venera como a un héroe de Bahia que luchó contra las injusticia y la policía valiéndose de una combinación de sus habilidades en la Capoeira, de la Malícia y de la Mandinga.

Tal y como pasó con Robin Hood era considerado oficialmente un criminal y un forajido perseguido, pero era un ídolo para el pueblo, un luchador por la libertad.

Realidad o Leyenda?

Manoel Henrique Pereira nació en Santo Amaro, Bahia, en 1895, y murió en 1924 por «una herida punzante».

Hay registros oficiales de su nacimiento, de su muerte e incluso hay documentos de arresto que documentan su alias Besouro. Por todo esto podemos estar bastante seguros de que el hombre tras la leyenda realmente existió.

A pesar de estos documentos oficiales hay muy poca cosa que podamos saber con seguridad, sólo las historias que han ido pasando de generación en generación de manera principalmente oral.

Capoeirista?

Se dice que Besouro entrenó Capoeira en Santo Amaro con Mestre Alípio. Fue entonces cuando le «batizaron» con su «apelido» (mote – alias) Besouro Mangangá.

En aquél entonces los apelidos se usaban para esconder la identidad real de los capoeiristas porque su práctica estaba prohibida. Había otras muchas tradiciones y religiones de origen africano que también estaban prohibidas como por ejemplo el Candomblé.

Mucha de la información que tenemos sobre Besouro viene de Rafael Alvez França, más conocido como Mestre Cobrinha Verde, él cree en Besouro y asegura que fue su principal Mestre y su primo, como podemos observar en el libro Capoeira e Mandingas de Marcelino dos Santos:

Besouro, mi Mestre, empezó a enseñarme Capoeira cuándo yo sólo tenía 4 años… la madre de Besouro era mi tía, convirtiéndole a él en mi primo de sangre, pero nos criamos como hermanos – fue mi madre quién le crió.

En esa época Besouro enseñaba Capoeira en secreto, a escondidas de la policía ya que la policía perseguía duramente la Capoeira. Cuando aparecía la policía, el echaba a sus alumnos para luchar solo contra la policía.

Entrevista con Mestre Cobrinha Verde por Marcelino dos Santos en Capoeira e Mandingas

Teniendo en cuenta que según los registros oficiales Besouro murió en 1924, y Mestre Cobrinha Verde nació en 1921, podríamos decir que debe de haber alguna inexactitud en alguna parte, o quizás es cosa de la malícia o de la mandinga… quién sabe!

También se dice que Besouro entrenó con Paulo Barroquinha, Canário Pardo, Siri de Mangue y Maria Doze Homens, todos grandes leyendas de la Capoeira a nivel individual y que juntos formaban una especie de escuadrón para la resistencia que entrenaban los Domingos, todos confiaban ciegamente los unos en los otros.

Una vida de Leyenda

Besouro se convirtió en una leyenda del folclore de Bahía en Brasil, su fama vino de luchar contra las injusticias y de defender a la población negra y pobre de esa zona.

A pesar de que la esclavitud estaba oficialmente abolida muchos trabajadores negros trabajaban a cambio de comida y alojamiento. En verdad seguían siendo esclavos pero bajo otro nombre, trabajadores. La «policía» eran terratenientes que se valían de su poder para poder mantener su status quo.

Las leyendas dicen que Besouro se negaba a aceptar esas injusticias y que pedía un pago justo por los trabajos desempeñados por los trabajadores locales.

Cuando los propietarios de las plantaciones llamaban a la policía para acalmar las revueltas él aparecería para usar su grandes dotes en la Capoeira para luchar contra la injusticia.

Hay muchas historias en las que Besouro se encontraba en gran inferioridad numérica frente a la policía armada pero en las que conseguía escapar aun y estando desarmado para luchar otro día más.

Su apelido «Besouro» hacía referencia a su habilidad para escapar de situaciones muy precarias: como un escarabajo puede escabullirse o volar para evitar su captura.

«Mangangá» es una palabra de orígen africano que hace referencia a un tipo de encantamiento en el que se conseguía un «cuerpo cerrado» (corpo fechado). De esta manera se conseguía ser invencible a cualquier ataque, incluso ataques de cuchillos o balas. La persona encantada llevaba un «Patua» (amuleto mágico) y debía abstenerse del sexo.

Una historia muy famosa de Besouro:

Después de ganar a un policía durante un combate Besouro decidió humillarlo forzándole a beberse una botella entera de cachaça y haciéndolo ir tambaleándose calle abajo hasta la comisaría.

Cuando el jefe de policía descubrió lo que había pasado se enfureció y envió a 10 de sus mejores hombres a capturar a Besouro, vivo o muerto.

El grupo encontró a Besouro en la plaza del pueblo y abrió fuego, el cuerpo de Besouro cayó y se quedó inmóvil en el suelo.

Al cesar los disparos uno de los oficiales se acercó al cuerpo tendido y movió el estómago del cuerpo inerte con su rifle para ver si aún vivía.

En ese instante Besouro se levantó de un golpe, le robó la pistola y la giró hacia los boquiabiertos oficiales pidiéndoles dejar sus armas al suelo e irse.

Aterrorizados por su poder los oficiales obedecieron y tuvieron que ver en su asombro cómo Besouro se iba cantando tranquilamente.

Hay muchas historias parecidas en toda Bahía – Parece ser que Besouro conseguía escapar moviéndose constantemente, trabajando como soldado en la armada (separado de la policía y a menudo en desacuerdo con ellos), en barcos y cogiendo varios trabajos casuales que le permitían seguir moviéndose.

La Muerte de Besouro Mangangá

Quizás la leyenda más famosa de Besouro sea la de su muerte:

Besouro trabajaba para un rico e influyente propietario de la plantación Maracangalha conocido como Dr Zeca.

Dr Zeca conocía la fama de Besouro y tenía miedo de los problemas que podía causarle así que ideó un ingenioso plan para librarse de él.

Sabiendo que Besouro era analfabeto le pidió que le entregara una nota a un compañero propietario de otra plantación que estaba a unos días de distancia. Nada sabía Besouro acerca del mensaje escrito en la nota: «Matad al portador de esta carta«!

Los conspiradores sabían que no sería tarea fácil la de matar a Besouro, no sólo era un gran luchador, sino que tenía el «corpo fechado» gracias al poder de la Mandinga.

Para quebrar el hechizo pagaron a una prostituta local para emborracharlo, acostarse con él y robarle el «patuá» al irse.

Al día siguiente, cuando Besouro volvió para casa se encontró rodeado por 4 hombres.

En el clamor de la batalla uno de los hombres, Eusebio de Quisaba, apuñaló a Besouro por la espalda con un punzón de madera hecho de tucum.

Se decía que tenía propiedades mágicas capaces de penetrar en un «cuerpo cerrado» y lo usaron por si quedara algo de protección mágica en Besouro.

Lamentablemente fue así, que a los 29 años, Besouro fue herido de muerte y murió víctima de traición y engaño.

Sabemos por su certificado de muerte que, Manoel Henrique Pereira, murió en 1924 por una «herida punzante», que de alguna manera corrobora la historia.

Faca de tucum matou Besouro Mangangá

La leyenda sigue viva

Besouro existió de verdad, y las pruebas apuntan a que sí era un capoeirista que seguramente fue trágicamente asesinado a muy temprana edad.

Cuantas de las otras historias son verdad? Podía realmente luchar él solo contra grandes escuadrones armados? Estaba protegido por hechizos? Creo que nunca lo sabremos.

Posiblemente ha habido alguna exageración a lo largo de la historia pero estoy seguro que hay una base cierta en la leyenda.

Observando la admiración y las historias que nos han llegado hoy en día lo que sí podemos asegurar es que fue un valiente luchador que pelaba buscando justicia.