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Cómo hacer un Agogô de cocos en 8 sencillos pasos y completar tu bateria de Capoeira

1. Extrae el agua de los cocos

   
   En la base del coco encontrarás 3 circulitos que es donde el coco se enganchaba al árbol.
   
   Coje un clavo o un destornillador (u otra cosa puntiaguda) y ayúdate con un martillo para poder atravesar uno de los agujeros – siempre hay uno más blandito.
   
   Sácalo y repite la operación con otro agujero.
   
   Ahora podrás sacar el agua del coco y bebértela.
   
   Añádele un chupito de cachaça si estás en cuarentena ya que no tienes que conducir a ningún sitio ¡Salud!
   
   

2. Sierra la «cabeza» del coco

   
   Necesitas una apertura que sea suficientemente grande como para que el sonido salga pero lo suficientemente cerrada para que las ondas puedan reverberar y amplificarse. Es la misma proporción que buscaste al hacer tu cabaça.
   
   Una sierra de arco será mucho más cómoda que la que yo estaba usando, pero estábamos en cuarentena y ¡teníamos que apañarnos con lo que teníamos!
   
   

3. Limpia el interior

   
   El agogô de coco, o como nos gusta llamarlo a nosotros, el «acocô» es, sin lugar a duda, el instrumento de capoeira más delicioso de construir.
   
   Usa un cuchillo afilado para sacar la carne del coco y cómetela, ñam ñam.
   
   Consejo: el coco llena mucho así que si no te lo comes entero puedes guardarlo un par de días en un táper dentro la nevera. Otra opción es tostarlo en el horno para que te dure más.
   
   

4. Hazle la brasileña a tus cocos

   
   El siguiente paso es quitar todos los pelos del coco para dejar la superficie suave y sexy.
   
   Hemos probado varios métodos y el mejor y más efectivo ha sido el papel de lija, si no tuvieras también puedes usar un cuchillo.
   
   

5. ¡Un palo!

   
   Cualquier palo viejo puede servir. Cerca de mi casa hay varios árboles viejos que han caído después de las últimas tormentas así que cogí una rama de uno de ellos para nuestro acocô.
   
   Solo tendrás que sacarle la corteza y suavizarlo un poco a tu gusto. Un poco de arte con el cuchillo y, si tienes papel de lija, lo puedes rematar para dejarlo tan suave como los cocos.
   
   Si no hay árboles caídos cerca de tu casa puedes usar cualquier otro palo. Una escoba vieja (o nueva), una silla… etc.
   
   

6. Corta unas ranuras a los cocos

   
   Esto mejorará el sonido de los cocos ya que la reverberación aumentará con la vibración del coco. No hace falta que sea muy grande, con 2/3 cm ya tendría que funcionar (como siempre, todo depende del tamaño).
   
   

7. Atornilla los cocos al palo

   
   Usa uno de los agujeros que has hecho para sacar el agua del coco. Necesitarás un tornillo pequeñito ya que no quieras que asome al otro lado del palo. Si el agujero es más grande que el tornillo usa una arandela para bloquearlo.
   
   Asegúrate de que colocas los cocos a una distancia suficiente para que al atornillarlos no se toquen entre ellos.
   
   Como puedes ver hay un par de agujeros extras que no necesitarás (los hemos usado para poder sacar el agua). Puedes evitarlos sin sacar el agua antes de serrar (pero entonces no la podrás beber tan a gusto) o los puedes rellenar a posteriori. Como nosotros somos un poco vaguetes hemos decido dejarlos así ya que no parecen afectar al sonido ?.
   
   

8. Go Go Coco Agogô!

   
   Tu agogô de coco ya está listo ¡yuhuuu!
   
   Podrías pintarlo o barnizarlo, pero como has podido ver en el paso 7 somos unos malandros vaguetes así que nos encanta tal cual está…