Mestre Pedro
Mestre Pedro, natural de Rio de Janeiro lleva más de 18 años fuera de Brasil.
Hoy en día tiene un gran trabajo en Escocia, en la ciudad de Edimburgo pero también en otras ciudades de Inglaterra, en Bali, en Irán… ¡por todo el mundo!
Hijo de uno de los fundadores del grupo Senzala siempre ha explorado el lado más solidario e inclusivo de la capoeira desarrollando trabajos contra viento y marea con refugiados y en países en guerra.
Os invitamos a conocerlo un poco más con nuestra entrevista exclusiva!
Como y cuándo empezó en la Capoeira?
No lo sé muy bien porqué como que nací en la Caporeira, ¿no? Mi padre es Mestre Gato, uno de los fundadores del Grupo Senzala así que, claro, la pregunta sería más bien, cuándo empecé a entrenar, no?
Empecé a entrenar cuando tenía unos 7 años, recuerdo ir a entrenar un par de veces a la semana pero antes ya tenía contacto con la capoeira. Mi padre nunca vivió de la Capoeira, él tenía su trabajo y su tiempo libre lo dedicaba a la Capoeira. Pero ya hay fotos de cuando yo tenía 4 años en las que era parte de la roda…
El grupo era una familia. Mestre Gil Velho es hermano de mi padre, mi tío; el hermano de Mestre Peixinho estaba casado con mi tía y mi padre tenía otros hermanos que también hacían Capoeira. Como nací en la Capoeira no fue hasta que crecí un poco que me di cuenta que no todo el mundo era capoeirista. Al principio era un niño y me pasaba la clase de mi padre armando jaleo y al poco fui creciendo y viendo que la Capoeira me daba algo diferente. Al principio entrenaba con Claudio Moreno que era una de las cuerdas rojas del Gupo, creo que lo formó Mestre Camisa. Creo que empecé a entrenar en la academia de mi padre cuando tenía 12 años.
Quién es su mestre?
Mi mestre es mi padre, Mestre Gato Él descubrió la Capoeira cuando tenía 16 años, estaba en una fiesta de un amigo cuando vio a otro amigo dando una benção, en verdad no se sabe del cierto cuál fue el golpe concreto… Ese amigo suyo era Mestre Rafael Flores, uno de los hermanos Flores que tuvieron un papel fundamental en la formación del grupo.
Ellos quedaban para entrenar los sábados en su apartamento. Fue entonces cuando mi padre empezó a participar de los entrenos y fue allí donde nació el grupo Senzala..
Su padre ha sido siempre su mestre?
Sí. Tras el primer contacto con Claudio Moreno empecé a entrenar con mi padre.
Como es que había un mestre de Senzala formado por Mestre Camisa?
Aroldo, el hermano de Claudio Moreno también daba clases de judo en la academia.
De hecho también tuvo un papel importante en la formación del grupo ya que en alguna ocasión Mestre Sorriso durmió allí. Mestre Garrincha también durmió en la academia y hasta Mestre Camisa cuando llegó de Bahia.
En su trayectoria profesional usted ha mostrado mucho interés por la parte social de la Capoeira. Podría hablar un poco de esa motivación y como encontró la manera de integrar esa parte en su capoeira?
Viviendo en Rio tienes que hacer un esfuerzo muy grande para no ver el resultado de 300 años de esclavitud. Recuerdo una canción que cantaba Mestre China en la época en la que cubría una de las clases de mi padre, él entrenaba mucho con Claudio Moreno. Era una canción que hablaba de los orígenes de la capoeira y de sus mitos.
«Pelos matos verdes vastos, cujo nome é a Caporeira, na ansia da liberdade, nascia a luta brasileira!»
Por las vastas praderas, su nombre es Capoeira, del ansia de libertad, nacia la lucha brasileña
En ella se relata una historia, uno de los mitos de la Capoeira
«era arma utilizada por escravos desnutridos, contra os brancos forte armados, o negro era ben sucedido»
Arma usada por esclavos desnutridos, contra los blancos fuertes y armados, el negro salía exitoso
Imagina esa música oída por un niño de 8 o 9 años con toda su imaginación… creo que fue una conexión que empezó en esa época.
Años más tarde, cuando tenía 20 años, Mestre Peixinho, que vivia en Fallet, cerca de Santa Tereza, lo arregló todo para ofrecerme un trabajo en Fallet. Esa experiencia me marcó mucho. Estar en un lugar que está a menos de 1km de tu casa pero que a pesar de esa pequeña distancia tiene una realidad completamente diferente. Yo ya sabía que en esa época era un lugar controlado por los traficantes pero dar clases en el centro comunitario y tener alrededor toda esa gente armada… Había días en los que uno de los alumnos iba armado. Solía ir a la playa de Ipanema pero allí estaba, en la puerta del Morro y fue la capoeira quien me abríó esa puerta ya que ninguno de mis compañeros del colegio iban por allí.
En esa misma época empecé un trabajo llamado Golfinhos da Guanabara en la zona de Cantagalo. El sitio era impresionante, era un proyecto de construcción de un hotel de 5 estrellas que nunca se terminó. Había piscina, helipuerto.. En la sala donde daba clases cabían unas 70 personas y desde allí se podía ver la lagoa Rodrigo de Freitas y has la playa. Hoy es un centro comunitario inmenso, tiene hasta teatro. Ya había un compañero que daba clases allí y yo lo que hacía era dar clases en los dos sitios. Empecé a llevar a algunos niños de Fallet a entrenar en Cantagalo, en el gueto los niños no tienen actividades e ir en coche para salir del morro e ir a otro para jugar capoeira…
Creo que una vez tenía a 13 niños en el coche, tenía una berlina que no paraba de botar! Fue una época corta pero empecé a ver lo que funcionaba y lo que no.
Ahora ya llevo 18 años viviendo fuera de Brasil y siempre he tenido esa voluntad de ayudar a fomentar otras actividades. Pero el día a día, el tener que ganar dinero a veces hace que no puedas dedicarle todo el tiempo que quisieras a estas acticidades. Siempre que podia ofrecía shows gratuitos a organizaciones y llegó un momento en el que la situación se terció y conocí al trabajo de Capoeira for Refugees, un proyecto en Palestina, en Siria, en varios lugares y allí conocí a Contra Mestre Arame cuando él vivia en Ramallah. Allí volví a tener esa sensación que tuve a los 20 años en el morro de Rio de Janeiro. Pensé, wow, estoy en un frente.
Cuando cruzas el muro y llegas a Ramallah puedes ver las diferencias y también la importancia de lo que la capoeira representa, de lo que la capoeira hacía para los niños de las favelas y de lo que hacía para los niños en campos de refugiados. Me gustaría tener las herramientas para conscienciar más a la gente, de las cosas que se pueden hacer para marcar la diferencia y todo lo que gerera este tipo de trabajo. El año pasado hizo 10 años del trabajo que tengo en Indonesia, las ciudades principales donde desarrollamos el proyecto son Java y Bali. Cuando llegué alló en 2005 ellos estaban empezando y no sabían mucho de música. Hubo una película que ayudó mucho a que se conociera la Capoeira «Only the strong» y fue precisamente esa película la que me llevó a Indonesia.
Hace poco empezaron un proyecto en Iran donde la mujer está en una situación complicada, ¿podría hablar un poco de como fue?
Iran es un país con una cultura increíble, es un país que realmente es una civilización, tienen 5 mil años de historia y están orgullosos de ser persas. Es un país que tiene una serie de reglas y una fuerte cultura e identidad; me gusta el paralelismo que hay con la historia de la capoeira.
La Capoeira, como muchas otras manifestaciones folclóricas de brasil, fue perseguida, la policía llegaba y clausuraba un samba, el candomblé también era perseguido… Y la capoeira fue ilegal hasta los años 50 si no me equivoco. En Irán hay varias dificultades ya que un hombre no puede dar clase a una mujer en términos de lucha a pesar de que se ha permitido en el Karate.
Ya había alguien allí enseñando capoeira y hace tiempo que intendo ayudar porque al principio es complicado hacer un evento cuando tienes 30 personas allí pero ninguna sabe tocar. Necesitas a gente que te ayude en todo eso ya que cómo vas a bautizar a 50 o 100 personas tu solo?!
Pensé en varias opciones para recaudar dinero y poder traerme a más gente conmigo allí, empecé un crowdfounding, intenté vender camisetas y conseguí vender unas 90, pero después fue un caos tener que enviarlas todas… Y así vino la idea de hacer el primer encuentro ya que la única manera de poder dar clases a esas mujeres que querían hacer capoeira era de que lo hiciera un mujer. Así que el año pasado nos pusimos manos a la obra, explicamos el proyecto y lanzamos un crowdfounding, también invitamos a los alumnos que quisieran participar.
En el proceso de organización recibimos varias rasteras que fueron cambiando el plan pero conseguimos dar la primera aula para mujeres en Irán. Conseguimos que 3 alumnas pudieran ir y Mestra Nega tenía que ir con ellas pero finalmente no pudo por tecnicismos burocráticos. Pero es una situación muy complicada ya que la persona que estaba dando clases allí tuvo que salir del país. Recientemente su moneda se devaluó de un 80%, es un país que vive financieramente aislado del mundo y eso lo complica todo. Allí no funcionan las tarjetas de débito o de crédito del resto del mundo, sólo las propias.
A pesar de todas las dificultades ya hay 2 o 3 alumnos que están asegurando el trabajo allí y si todo sale bien en diciembre volveremos a ir, la idea es estar allí a partir del 4 de diciembre. Capoeira me leva, es el hecho de conocer un sitio a través de la gente que vive allí, gente que comparte tu pasión por la capoeira y así no ser el típico turista.
En la capoeira mucha gente tiene un apodo, Mestre Pedro es tu apodo o tu nombre?
Es mi nombre. En verdad, al ser hijo de Mestre Gato de pequeño ya te puedes imaginar cuál era mi apodo, gatinho y todas las variantes de gato que te puedas imaginar (en portugués llamar a alguien Gato es como llamarle guapo). Y claro, siempre les digo a mis alumnos que los apodos son como las arenas movedizas, cuando más luchas contra ellas más te hundes. No tuve la suerte de que alguno de los apodos se quedaran, al principio era gatuno pero realmente nadie me llama así. Hay gente que me llama de «vira lata». Es una historia bien antigua, hubo un período en el que no podía comer carne porque me daba alergia, y claro, estábamos en una barbacoa con mi novia y ella me dijo: «Ostras Pedro, estás mirando esa carne como si fueras un perro callejero». Mestre Sorriso estaba allí y claro las bromas siguieron « mira este tío con pedigree y que le llaman perro callejero…».
Es verdad que hay la tradición de ponerse apodos en la capoeira pero también hay varios mestres que no tienen como Mestre Suassuna, Mestre Ramos, Mestre Toni…
¿Cuál sería su consejo para un alumno que está empezando en la Capoeira?
Creo que hasta que un alumno no lleva 5 o 6 años entrenando tiene que centrarse en los movimientos básicos.
Cuando uno empieza a estudiar a aprender un idioma empieza con una palabra, poco a poco puedes hablar y comunicarte y se puede hacer una analogía con la capoeira, porque es un idioma en movimiento. Puedes hablar pero a veces te queda un acento muy marcado de tu idioma nativo, entonces hay que mejorar la pronunciación, y viajar en la pronununciación de cada movimiento. Intentar que tu movimiento sea más amplio, realizarlo lo más estirado y vigoroso posible.
Para trabajar la velocidad tienes que saber hacerlo muy bien lentamente y trabajar el control. Si quieres tener velocidad trabaja los movimientos lentamente. ¿Que quieres controlar el macaco? hazlo bien y cuando lo tengas hazlo mucho más lento, así vas a notar otras cosas que te van a ayudar a mejorarlo. Es importante entrenar solo, porque es así cuando descubres tu conexión con al capoeira.
Existe eso del bichito de la capoeira que te pica y te provoca esa necesidad de entrenar. Se ve la diferencia de la gente que entrena sola. Había un alumno hace tiempo que me preguntó, un chico gordito y medio raro, que en voz casi inaudible me preguntó «¿qué tengo que hacer para ser bueno en capoeira?» y le dije lo que le digo a todo el mundo. Empieza a entrenar solo, empieza con 20 minutos un par de veces a la semana, cada dos semanas aumentas un 20% y cuando llegues a entrenar 3 horas al día 5 días de la semana me llamas. Tras unos 4 meses me llamó, medio ahogado y le dije, «¿oye, qué te pasa?» «hoy es el primer día que hice las 3 horas de entreno». Hoy es uno de mis alumnos más graduados, Erus.
Las dos cosas más importantes son: centrarse en la base y establecer una relación con la capoeira sin depender de si entrenas en grupo o no. Si estás lesionado, practica la música. Ahí vas a ver tu progreso, ve que estás mejorando y esa mejora te da impulso para seguir adelante. Entrena sólo y mira lo que tienes delante, trabaja la base.